
21 Jul Empresas familiares: Pilares de la economía mexicana con grandes retos para el futuro
Las empresas familiares son un componente esencial del ecosistema económico de México. De acuerdo con el Instituto de Familias Empresarias para México y Latinoamérica (IFEM), este tipo de negocios representa el 90% de las unidades económicas en el país y genera el 75% del empleo nacional. La mayoría corresponde a micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), y surgen a menudo del deseo de una familia de salir adelante, aprovechar talentos compartidos o mantener vivas tradiciones. Estas compañías abarcan desde pequeños comercios hasta tiendas en línea o negocios de servicios especializados, consolidándose como una base fundamental del emprendimiento mexicano. Según Luis Gómez, director de PyMEs de Tiendanube México, la familiaridad entre los miembros permite una operación más ágil, con decisiones rápidas y un enfoque directo al cliente.
Uno de los grandes beneficios de las empresas familiares es la confianza entre los integrantes, que facilita una comunicación fluida y una toma de decisiones basada en objetivos comunes. Esto genera un fuerte compromiso emocional y mayor resiliencia ante los desafíos del entorno. Asimismo, los recursos (tiempo, capital, redes de contacto) se integran con naturalidad, y los fundadores suelen tener un alto nivel de control en las operaciones, lo que eleva la calidad del servicio y la atención al cliente. No obstante, este tipo de empresas también enfrenta retos significativos: los conflictos familiares pueden interferir en la operación diaria y muchas veces se asignan roles por parentesco más que por competencia, lo que impide el ingreso de talento externo. Además, el apego a valores tradicionales puede dificultar la adaptación al cambio, y en muchos casos no existe un plan claro de sucesión que garantice la continuidad del negocio.
El crecimiento sostenible de las empresas familiares requiere de estrategias claras y una visión a largo plazo. A pesar de su importancia, la mayoría no logra trascender generaciones: solo el 10% llega a una cuarta generación, mientras que 60% desaparece después de la primera o segunda. La alta tasa de mortalidad de las MiPyMEs —entre 2019 y 2023 nacieron 1.7 millones, pero cerraron 1.4 millones— evidencia la necesidad de una buena planificación estratégica, con objetivos claros, análisis del mercado, y evaluación de la competencia. También es imprescindible la adopción de herramientas tecnológicas: desde plataformas digitales hasta software de gestión, las empresas deben digitalizarse para seguir siendo competitivas. No hacerlo, como señala Gómez, puede frenar su desarrollo, ya que muchas herramientas resultan costosas si se implementan de manera aislada.
Un caso emblemático de éxito es el de Tintorería Real, una empresa familiar fundada en 1962 y actualmente dirigida por los hermanos Pamela y Eduardo Rovira. A pesar de los desafíos propios de los negocios familiares —como las discusiones entre padres e hijos o la presión de continuar con el legado—, lograron profesionalizar su operación, dividir responsabilidades y mantener una comunicación constante. Con ocho sucursales, 150 empleados y una operación diaria de más de 1,500 prendas entre Ciudad de México.
En conclusión, las empresas familiares son un motor fundamental de la economía mexicana, pero para sobrevivir y prosperar necesitan mucho más que lazos sanguíneos y compromiso emocional. Se requiere visión empresarial, apertura al cambio, estrategias de crecimiento, uso de tecnología y profesionalización. Solo así podrán asegurar su permanencia y evolución en un entorno cada vez más competitivo y cambiante.
Fuente:
2025- Empresas familiares: motor de la economía, El Diario de Coahuila. https://eldiariodecoahuila.com.mx/2025/06/29/empresas-familiares-motor-de-la-economia/