
25 Ago Nearshoring 3.0
En los últimos años, el nearshoring y el friendshoring habían posicionado a México como un socio estratégico para la industria estadounidense. Sin embargo, la nueva visión de “Nearshoring 3.0” impulsada por Estados Unidos exige que las empresas reubiquen su producción directamente en territorio norteamericano. Esta política, marcada por intereses político-electorales, representa un riesgo directo para México, especialmente para la industria automotriz, uno de los pilares de la economía nacional.
La presión es evidente: aranceles al acero, cobre y aluminio, sumados a la reclasificación de autopartes, han golpeado la competitividad mexicana. El caso más reciente es la reubicación de la planta Nissan Civac en Morelos hacia Aguascalientes, lo que implica la pérdida de más de 2,500 empleos y genera incertidumbre sobre la permanencia de estos en el país. Esto se suma a la reducción global de producción anunciada por la automotriz, lo que agrava los efectos locales en una industria que representa el 31% de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos.
Ante este panorama, México enfrenta el reto de redefinir su política industrial con una visión integral y de largo plazo. No solo debe proteger a los trabajadores afectados y apoyar a los estados golpeados por estas reubicaciones, sino también aprovechar su ventaja como proveedor de autopartes calificado. De lo contrario, el país corre el riesgo de quedar relegado en la transición hacia un modelo de política industrial 4.0, donde el empleo digno y la competitividad deben ser el eje central.
Fuente: https://lasillarota.com/opinion/columnas/2025/8/5/nearshoring-30-548886.html