economía social

La economía social como clave de la recuperación económica

La economía social o economía solidaria es caracterizada por la necesidad de administrar y organizar diversos recursos económicos hacia beneficios sociales y equitativos. Contrariamente a lo que ha sido definido por la economía clásica y la visión más capitalista de la búsqueda del beneficio económico, la economía social asume que el propósito principal de las actividades económicas debe ser la distribución y consumo de bienes y servicios disponibles en el mercado de una manera cooperativa.

Algo que ha demostrado la pandemia del Covid-19, es que las economías más avanzadas en el uso del conocimiento en el tejido de su producción han sido más resilientes y más capaces de lidiar con sus consecuencias. Estas economías son también las que poseen el desarrollo del bienestar más avanzado. Esta es la razón por la que la recuperación también debe incluir modelos económicos cambiantes. El reto no es sólo recuperar el crecimiento y el PIB de la nación, sino que además es necesario utilizar más que conocimientos y colocar valores en la economía.

Por ello, la Comisión Europea ha querido potenciar la economía social, incluyendo empresas y organizaciones que enfoquen su atención en aquellos que sirven a sus intereses. Pero también lo hacen por el bien común, lo que originó que se le denominara la economía con rostro humano. Por consiguiente, gracias a la flexibilidad de este modelo económico, se ha logrado contar con una mayor cohesión social y territorial, dado que le dan más importancia a las necesidades de las personas que al capital.

Hace unos años, la firma de consultoría financiera sostenible Dave Grace Associates presentó un informe al Secretariado de las Naciones Unidas que muestra que la mayoría de los países con las tasas más altas de progreso social corresponden en gran medida a aquellos en donde las empresas colaborativas cuentan con mayor importancia social y económica en sus naciones. Por tal razón, el Plan de Acción de la Unión Europea fue muy bien recibido, ya que se ha comprobado que la economía social puede ser de gran ayuda para la recuperación económica a nivel mundial.

Asimismo, en el último Congreso Internacional de CIRIEC, el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, enfatizó que son la desigualdad social, que se ha visto exacerbada por las dos últimas crisis y la degradación ambiental en curso, acompañada de la pobreza de los recursos naturales, los principales problemas que enfrenta la humanidad. Por lo queda confirmado que la economía social es clave para lograr una reestructuración del crecimiento y desarrollo de los países.

Por último, la economía social ha demostrado que una estrecha cooperación para satisfacer las necesidades sociales, a menudo en colaboración con las instituciones públicas, promueve la creación de la inteligencia colectiva. En consecuencia, se debe recordar que la economía social no es una parte más de la economía, sino el resultado de la organización de la actividad económica de un modo distinto, el cual está centrado en potenciar el valor social.

 

Conclusión

Tanto las empresas como los gobiernos no solo deben enfocarse en obtener utilidades o ganancias económicas, sino también prestarle más atención al valor del capital humano. Se debe tomar en consideración que son las personas las que impulsan la economía, por lo que es fundamental reconocer que en el actual periodo de crisis socioeconómica, la economía social está siendo capaz de ofrecer soluciones innovadoras a favor de la cohesión e inclusión social, la creación de empleo, el espíritu emprendedor y la promoción de la ciudadanía activa.

 

Referencias

Economipedia. (2018). Economía social. Recuperado de https://economipedia.com/definiciones/economia-social.html [Consulta: 8 de agosto del 2022]

El Economista. (2022). La economía social como impulsora de la recuperación económica. Recuperado de https://www.eleconomista.com.mx/economia/La-economia-social-como-impulsora-de-la-recuperacion-economica-20220727-0043.html [Consulta: 8 de agosto del 2022]